por: YibbStll
Una débil luz brillaba en los ojos de Carmina.
-¡Vamos!- dijo -dime tu secreto-.
-No tengo ninguno-
-Si no me lo dices, le dire a papá-
-¡No, no puedes!- respondió Mira mientras palidecía.
Al notar su cambio, Carmina continuó -Si, le dire que vas al bosque
todas las noches y que vuelves después de mucho rato-
Mira no produjó ningún sonido y camino lentamente hasta su cama.
Carmina apunto la luz electrica de la lámpara a la ventana. -Si tan siquiera
la cerraras, eso fue lo que me despertó.-
-si la cerrara no podría volvera entrar- resongó Mira mientras se envolvía en sus mantas.
Mira sabia que Carmina era capaz de acusarla con su padre , y sabia que podría inventar muchas otras cosas para emperorar su castigo, por lo que consideraba la proposición.
Carmina por su parte sabia que suhermana menor era muy rara,
paseaba por horas en el bosque, leia muchos y coleccionaba rocas y bichos,
y que tal vez podría descubrir la razón de sus paseos nocturnos. -Seguro
esconde una ardilla, un gato o tal vez un cachorro- pensó.
-Yo también lo cuidare- Rompió abruptamente Carmina.
Mira rió escandalosamente ...después ambas guardaron silencio, esperando tal vez, un regaño de sus padres.
-Esta bien- dijo Mira después de un rato -te llevare pero no debes platicarlo con nadie!-
-¡Pico de cera!- dijo Carmina victoriosa.
-Mañana iraas conmigo-
Cuando se apago la luz de la lámpara no se oía ningún sonido, Solo el lento silbar del viento entre las ramas.
La noche siguiente Carmina estaba muy inquieta. Había pensado como llamaría
a su gatito o a su mascotita. Tenia la idea de enseñarlo a trepar por las
noches hasta su habitación, pero ¿si no sabia trepar?. Habría problemas
entonces. En más de una ocasión, puso en peligro el plan, si su padre fuera
un poco más observador la habría visto juntando comida en la cena.
Contrario a su costumbre fue la primera en irse a la cama. A pesar de los once años de Mira, está era dueña de sus movimientos y no despertó ningúna sospecha.
Ya en su habitación Carmina abrió la ventana y se dispusó a salir.
-¿Que haces?- preguntó su hermana
-Me preparo-
-Necesitamos dormir un poco-
-¡Me dejaras!-
-¡Claro que no!-
-¿Por qué no ahora?-
-Es aún muy temprano-
-¡Son las diez y media!-
-¡Tiene que ser más tarde!-
- Pues esperaré despieta-
-¡como quieras!-
Y Mira se durmió.
Las estrellas partian el cielo con sus brillos, con un leve
movimiento de los hombros Carmina despertó.
-¡Ya despierta...¡- decia Mira suavemente.
- otro rato- balbuceo Carmina aún dormida.
-¿Quieres ir no?-
Entonces Carmina, como efecto de un hechizo se despabilo, pero no lo suficiente
Cuado intentó alcanzar la lámpara Ira le advirtió: -vas a ir, pero tienes que hacer lo que yo te diga.-
Carmina asintió
-Nada de lámparas-
-Pero ¿como caminaremos?...podríamos...-
-Nada de lámparas- Repitió Mira- Se el camino de memoria- Concluyó.
Las niñas caminaban en pijama sobre el pasto a oscuras.
-!Ay, una vívora!- Decia con voz queda Carmina.
-¡Callate, no escandalices!-
-Pero es peligroso, los animales no pueden vernos, ni nosotros a ellos-
-Los animales si nos ven y nos oyen...-
-Pero los que no ven en la noche...?-
-¡Los que no pueden ver en la noche estan dormidos!-
Con el silencio roto a veces por las quejas de Carmina, se alejaron de su casa
y se internaron en le bosque.
-¿Falta mucho?- preguntó Carmina con impaciencia.
-Ya casi llegamos-
Un claro se abrió ente ellas, lo que Carmina esperaba ver no estaba ahí.
No había ni un gato, ni un perro, ni un ratón siquiera.
Justo a la mitad del claro estaba un tronco; la luz de la luna iluminaba.
-¿Es un chiste?-
-¡Claro que no! Cada noche vengo aquí a platicar con él.-
-Por favor ...¿Platicas con un tronco?; ¡debes estar volviendote loca!-
-¡Él se mueve y me platica cosas!-
El tronco lucia inerte, si bien es cierto que con los reflejos selenes
podría parecer un hombre sentado en un tronco, pero de ahí a que tuviera vida era una brecha gigantesca.
-¿Por qué no se mueve ahora?-
-No se, a veces pasa eso-
-¿Dices que a veces no se mueve?, creo que lo unico que se mueve por aquí
es una tuerca en tu cabeza-
-¿Querías verlo no? Este es mi secreto- Protesto Mira.
-¡Apesta!-
Mira se encogió de hombros y volvieron a casa.
La mañana siguiente, mientras desayunadan Carmina se mostro molesta con su hermana. Pero a la niña no le preocupó en lo más mínimo.
Dos días después Carmina seguía enojada, su hermana, dos años menor, se
había burlado de ella. Mira seguía con sus aventuras nocturnas, a veces se
veía cierta malicia al desear "las buenas noches"
Cuando notó esto Carmina pensó su venganza.
Durante la cena Carmina dijo: -¿Qué crees, papá? Mira tiene un amigo
imaginario,es un tronco-
-¿No estas grande para esas tonterias de los amigo imaginarios?- preguntó su madre.
Mira calló, se leía la furia contenida en sus ojos.
En se recamara, Mira diriguió una mirada despreciativa a su hermana.
-¡te mostrare que vive¡-dijo sorpresivamente
-¿quien?, ¿tu tronco?-
-Si mi tronco- Termino amargamente.
Durante todo el día siguiente Mira evito a su hermana; y Carmina se dió
cuenta de ello, observo a su hermana leer detenidamente un papel, como si quisiera aprenderlo de memoria.
Por la noche Carmina fue despertado.
-¡Despierta! Es hora de irnos-
-¿Veremos a tu amigo tronco y a su amigo piedra?-
-¿Vas o no vas?-
dijo con fastidio Mira.
Caminaron a oscuras y al llegar al claro, estaba ahí el mismo tronco inmovil. Esa noche no había luna y Carmina vió que aún sin los reflejos del satélite seguía pareciendo un hombre. Se acercó a tocar el tronco. -¿Como le va, señor tronco? preguntó con diversión.
A la mañana siguiente, Mira irrumpió en el cuarto de sus padres:
-¡Carmina se fue!-Gritaba
Informaron a la policía, la ventana estaba abierta y había huellas en le bosque, pero nada encontraron más.
Carmina desapareció el 23 de octubre y nadie la volvió a ver jámas.
Mira siguió con sus campañas nocturnas, pero ahora era diferente, ya no temía
que la siguieran.
La primera vez que Mira fue al claro después de la desaparición de Carmina llevaba una lámpara:
-oh, hermana ¿Donde estás?-
Al llegar al claro dijo al pie del tronco:
-¡No estes triste! Ahora tienes compañia-
Y mientras alumbraba alrededor con las lámpara se oyó un gemido.
Un nuevo tronco estaba allí como si siempre hubiera estado en ese sitio, nudoso y viejo.
-¡Lo olvide, hermana, no te gusta la luz!-
Cuando apagó la luz, los quejios se detuvieron, y en la oscuridad solo se distinguian el tronco en forma de hombre sentado y el tronco en forma de una niña de pie.
FIN
Dedicado a los amantes del Terror cosmico
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