Fue hace unos 15 años, cuando el atardecer fresco del mes de Octubre y mientras, sentados en un descampado a las espaldas de un edificio en la universidad, las puertas del oscuro mundo que yo ignoraba se abrieron ante mis ojos ingenuos. Pequeñas piezas e colores brillantes bailaban frente a mi, mientras se formaban imágenes reales o casi reales y estas tomaban formas familiares, después se movían cambiaban para después solo desaparecer. La conjunción de saberes arcanos, decisiones, lógica e imaginación con su buena dosis de suerte nimbaron mi cabeza y ocultaron mi pensamientos justo en el mejor lugar... a la vista de todos. Esta extraña magia me envolvió y descubrí que no estaba solo, había otros conmigo. El oficiante exclamo mágicas palabras y estas formaron seres fantásticos que tiraban mordidas al aire y de los cuales había que escapar en un principio y derrotar después. Cuando termino todo estaba en su lugar, o al menos casi todo... yo ya no era el mismo, la serpiente me había mordido. El daño estaba hecho...
Aun retumban en mis oídos las palabras que se mencionaron entonces:
"No esta muerto aquello que puede dormir por toda la eternidad y con los extraños eones hasta la muerte perecerá"
Entonces empezó mi aprendizaje...
Agradezco al portador de las llaves de los reinos ocultos.
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