Buenos recorridos cósmicos.
En 1954, cuando Richard Matheson pública "I am legend" una novela dificil de definir pero cuyo ingrediente básico es el terror y que aborda de manera inteligente la ciencia ficción dando una evolución a uno de los personajes más importantes en la literatura gotica: el vampiro.
Con cuatro adaptaciones cinematográficas ( 1964, 1971 y en 2007 las últimas dos) es una de las obras más influyentes en ambos mundos el terrorífico y la ciencia ficción.
Con muchas acciones y pocos diálogos nos muestra la vida de un Robert Neville. Hombre común, promedio que se ve envuelto en un apocalipsis de bestias nocturnas que solo quieren verlo muerto. Es obligado a sobrevivir y en el transcurso aprende a observar y realiza algunos experimentos que permiten entender y explicar el comportamiento de estás criaturas. Pero sobre todo es un hombre solo.
La obra original está plagada de vampiros, recuerdos y música. Que son congruentes de una extraña forma y dan una profundidad poco antes sentida cuando lees y acompañas a Neville con el repertorio musical.
Con una de las escenas más terroríficas en la literatura de terror que yo haya leído, el recuerdo de su esposa y su hija es simplemente brutal.
Poniendo andamiajes para posteriores producciones de zombies y vampiros modernos nos lleva al análisis de lo que pasaría en una epidemia y explota la sobrevivencia de personas embebidas en dichas situaciones.
Soy leyenda es, sin duda alguna, un gran libro y una gran aportación a ambos géneros literarios. Portadora de luz sobre el terror materialista del vampiro y sobre la ciencia misma.
El final es todo lo violento y crudo que se espera de un apocalipsis vampiri-Zombie. Con un Corman golpeando la puerta y la música de los Cañones de Navarone sonando mientras tras Robert bebía para olvidar el desastre biológico de la pandemia. Con la esperanza de encontrar a alguien con quién compartir las soledades y el terror de ser leyenda.
A diferencia de las versiones fílmicas "soy leyenda" de Matheson es cruda, sincera y monstruosa con un final obvio y sin rebuscamientos. Un gran final. Lleno te terror y ciencia.
El amanecer de una nueva sociedad, un nuevo orden y una nueva humanidad.
Ahhh casi olvidaba enviar un saludos especial a mi querido Neville, amigo de letras, juegos y vida... Que además se obsequiarme el libro hace muchos ciclos fue sorprendido por mi expresión "ahhhhh eran vampiros" cuando comentamos la película de Omega man. El último hombre fue el título de la segunda adaptación en 1971, protagonizada por nada más no menos que Mr. Disaster Charlon Heston.
Hasta próximas noches eternas.


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