A veces los libros, objetos caprichosos y esquivos que a veces se esconde de ti y otras te brincan a las manos, deciden irse. Y lo hacen de maneras muy particulares.
Cómo llegan a ti?
Comprados.
Está es la forma más natural y genuina de obtener un libro. Aunque hay algunas subcategorías.
La mayor parte de las veces vas a una librería y después de una búsqueda, breve o no, lo adquieres. Envuelto en el celofán tienes la posibilidad de abrirlo por primera vez desde su fabricación. A veces puede tener hojas pegadas o algunos errores de maquetación. Tiene olor característico.
A veces acudes a librerías de viejo, usado, mercado de pulgas o tiraderos. La misma emoción pero sin honrar al consumismo. No todo el mundo puede comprar ahí. Polvo ediciones rotas, maltratadas y rotas aparecen eventualmente, es poco común que haya catálogo así que compras lo que hay. Es una buena opción si no sabes que leer y no tienes nada pensado. Son escasos los libros nuevos aunque algunos lo restan pero presentan detalles en las portadas. Es emocionante la experiencia y a veces te vas con las manos vacías. Suele cambiar rápidamente los textos disponibles, el usado y leído es común . Después de todo todos deben tener una segunda oportunidad. Se requiere paciencia en cuatro estrellas.
En línea. Ya se ha popularizado este método. Es como ir a un restaurante. Solo miras la carta y pides. Aunque se pierde la emoción de la caceria, y pierdes la oportunidad de tomarte con otros títulos.
Obsequio.
Para un bibliofilo está es muy regular. Los regalos son, en cierta medida peligrosos o complicados. ¿Que le regales a alguien que le gusta leer? Es facil la decisión pero cuál de ellos... Es la verdadera pregunta... Pero puedes estar seguro que no importa, el bibliofilo lo agradecerá. De esta manera suelen llegar textos que de otro modo no comprarían o leerían. O en ediciones costosas. A veces nos arriesgamos a tener libros repetidos...
Una variante de esta es cuando tú escoges tu regalo. Lo cual favorece la elección pero arruina un poco la sorpresa.
Intercambio. Está es un a práctica común en algunos círculos de lectura donde tras la lectura los libros se rolan intercambian o se obsequian... A veces si tenemos libros repetidos o libros que están fuera de nuestro interés puede llevarse a cabo un trueque.
Robados.
Está es una práctica poco aceptada por los bibliofilos. Nunca robes un libro. Quien Lee no roba. Está es una de las máximas del gremio. Pero es innegable que a veces los libros llegarán así.
A este último sumo la suerte 🍀. En mi caso me he encontrado libros en la calle, en en pesero o incluso como regalo de un desconocido, prestamos que se transforma en intercambios o en regalos. Cuando dejas de ver a la persona y los libros cambian de mano. Está es quizá de las menos probables. En la actualidad hay una práctica interesante donde compras un libro a ciegas, interesante concepto.
Los libros, en mi opinión, tienen alma propia, te permiten hojearlos, verlos, tocarlos y cuando es el momento leerlos. Comparten sus letras, secretos y desaires contigo. Son, siempre, vidas prestadas.
Deseo que tengas buenas letras y hasta próximos ciclos solares.
📚📚.
A propósito de los libros
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