El exorcista

Buenos recorridos cósmicos. El exorcista de 1973, es una de las películas de culto que ha permanecido en el gusto de los espectadores desde su estreno. 

Basada en el libro homónimo de William Peter Blatty publicado en 1971. Dónde un sacerdote se enfrenta a una terrible presencia, en una niña. La película dirigida por el recientemente extinto William Friedkin (1935-2023) contó con el mismo autor en la producción y guión. De tal manera que es una adaptación fiel, no solo a la novela sino también a la intensión de la misma. 

Es, aún ahora, un ejemplo de la capacidad y el alcance del cine de terror cuando se hace con inteligencia y esfuerzo. Efectos prácticos, minimalista y con rompimiento en las escenas, el exorcista es una gran prueba que superar. 

En mi opinión el exorcista es, aún una de las mejores películas de terror de la historia, por diversas causas... 

• La historia. Las acciones ocurren en Washington D.C. centro político del país, racional y pragmatico, con leyes y explicaciones para todo, pero dónde, sin embargo, la tradición, la religión y teología se imponen, generando un choque en los sistemas de creencia de los espectadores. Con información teológica precisa y una valiente ejecución se hacen mención de procesos y ritos específicos religiosos. 
• Un punto extra es el hecho de que no da referencias directas ni forzadas, no da conclusiones ni explicaciones. Todo eso queda en interpretación.
• La mezcla de datos. Antes de esta película pocas se atrevían a usar nombres o referencias reales a seres mitologías o religiosos en sus películas. PAZUZU, que entonces era desconocido formó parte de la película,y salto a la fama. Después de todo no era un demonio como tal pero "¿Que es un demonio sino un dios que ha perdido su culto?" Cómo escribe Robert Bloch
• Edición. Si bien por si sola la historia es atrapante y asfixiante la edición genera que en algunos cuadros se observen imágenes del dios PAZUZU, lo cual aumenta la inquietud y la incomodidad. 
• Dirección. La misma dirección confabula ya que a pesar de ser una película de terror no todo el tiempo se mantiene en los puntos álgidos, con descansos bien dosificados, la tensión aumenta en una atmósfera opresiva casi sin darte cuenta. Así la escenas terminan en oscuro y sin aparente conexión. Pero el cerebro está acostumbrado a completar las secuencias y nadie lo hace mejor que él. 
• Actuaciones. Linda Blair de 14 años solamente realiza, lo que quizá sea, una de las mejores actuaciones infantiles hasta entonces, en un papel complicado, la niña poseída por un demonio. Siendo también la primera vez que se vio en pantalla un niño protagonista recibiendo daño. La actuación de Von Sidow es estupenda, así como el maquillaje, que razón tenían cuando lo envejecieron ya que el resultado es muy cercano a su aspecto muchos años después. 
• La música. La contribución de Krzysztof Penderecki hizo de la la banda sonora un estado multisensorial, música intranquilizadora, que añade estrés al espectador. Ahora es reconocida en todo el mundo.
• El final. Un final convincente, adecuado, realista y ni por ello menos trágico. Dónde nada es lo que se espera. 
• Fama y morbo. Tras el éxito que se generó con su estreno comentaron a circular una serie de comentarios que colocaban a la película como una película maldita. Con muertes en el set, muertes en los protagonistas y sus familiares con extraños sucesos en las locaciones, accidentes misteriosos y con la desaparición por muchos años de la joven protagonista. Lo cierto es que en algunos casos se mencionan excentricidades del director que ponían a el Staff con los pelos de punta. Pero de eso a que esté maldita la película hay mucho que discutir.

En la actualidad hay películas que se acercan, hereditary por ejemplo, una de ellas. Pero es innegable el nicho que ocupa "el exorcista" en el cine de terror. Para infaltable para los amantes del género. 

Hasta próximos ciclos solares. 

Dato extra: el póster de la película es uno de los más homenajeados y el arte se baso en "El imperio de las luces" de René Magritte.

Saludos para mi querido amigo Martín, para quien la historia es un tren en movimiento.