Un texto llega a nuestras manos de formas variopintas, por ejemplo este libro que yo, honestamente jamás compraría. Regalo de un gran y viejo amigo cazavampiros. Junto con uno que estaba. Relacionado con los recuerdos de una persona pequeña.
Sorprendido fui cuando en mi colección de libros apareció el mismo autor, con un título discordante. Tratado de las religiones* despertando mi curiosidad inmediata.
El título no decía nada. Y la sinopsis menos aún excepto que el libro era malo... Por supuesto esto fue un gran error.
Con un ritmo semi lento nos conduce a la Rumania rural de principios de siglo. Dónde un oscuro secreto sobre la pariente muerta embauca a personajes dispares. Un pintor y un arqueólogo tendrán por tarea rescatar de la "maldición" a la enamorada de uno de ellos con elementos que permiten recordar a Horacio de Quiroga. Con una narrativa donde parece que no pasa nada pero que describe las piezas del panorama completo y aterrador donde las creencias los son todo.
La señorita Cristina, a veces vampiro, fantasma y solo imaginación de una niña de 10 años. Proveniente de la imaginación numinosa de Eliade Mircea. Quizá estemos observado a la representación más bellamente ataviada de un Strigoi. Una cucharada de un folclore poco reconocido pero por demás muy interesante. Hasta próximos ciclos solares.
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