Libros prohibidos. El efecto Farenheit

Farenheit 451. Temperatura a la que arde el papel. Pero existen muchas maneras de que un libro no sea leído. 

Buenos recorridos cosmicos. 

Libros prohibidos. Desde que apareció la industria editorial han aparecidos textos que no son recomendables por alguna razón. En algunos porque conducen a la locura, a una tristeza absoluta o simplemente porque tiene y propagan ideas peligrosas para la oligarquía de algún lugar. 

Lo innegable es, en este punto, que podemos hacer una clasificación de los libros: 

Los que se pueden leer. Presenta ideas de Status quo (cualquier libro... )

Los que no se pueden leer: son intelegibles, cripticos (código Voynich)

Los que no se debe leer. Presentan ideas, reflexiones o aspectos no cómodos en algún momento específico (necronomicon... jejeje lo siento soy fan) a este rubro pertenecen algunos que siendo reales tiene cierto tipo de "información" que permiten el desarrollo y exposición de ideas y posturas, perspectivas claras, sobre algún tópico que se contrapone a las ideas "permitidas"

La censura ocurre en varios niveles. Desde poca comercialización y obstaculización del producto hasta invenciones sobre sus "efectos"

Sin embargo, la lectura es mucho más de la absorción de ideas, implica que también mueve la maquinaria para pensar y esto es realmente importante para la "fabricación" de nuevas ideas. 

Porque prohibir los libros... 

Disfrazados de "actualismo" se ha discutido sobre la corrección de términos y la conveniencia de incluir o remover ciertos temas y adjetivos en los textos. 

Así empieza una nueva cacería de brujas. Que no es otra cosa que una antesala del mundo de Brabdury, Farenheit 451. No más libros. 

Hagamos series cortas, vistosas con explosiones y frases simples... y de una profundidad engañosa... dotemos a la gente de historias pre-digeridas y ahorremos la parte del proceso mental de pensar. Y así no tendrán que leer las 500 páginas del texto original. Llevemoslos a los contenidos que nos interesa y llenemos sus cabezas con las ideas pre-concebidas que nos convienen. 

Hagamos versiones cada vez de menor profundidad e ignoremos los trasfondos y los contextos. Historias simples. Largas pero simples. Limitemos la imaginación.

Así el efecto Farenheit empieza a notarse... 

Cada vez menos paginas, menos libros, menos imaginación... 

Querido lector, cuando fue la última vez que imagino algo que no haya visto en la televisión ? 

Hasta próximos recorridos solares.