Krampusnacht.

Las fiestas navideñas inician. Son embargo no todo es felicidad. Esta la Krampusnacht o noche de Krampus. 

Buenos recorridos cósmicos, la noche de Krampus se aproxima. Parte del folclore alpino de origen alemán y que se expresa en países centro europeos (Suiza, Austria, Italia, Mónaco, Linchtenstein, Hungría y Eslovenia) Se cree en la leyenda de la oscura criatura que recoger regalos de gente que no lo merece para destruirlos. 

Krampus, del alemán krampen, garra, es  una hibridación de diversas mitologías y el cristianismo de la época. Diablo, macho cabrio  (cristiano), sátiro (griego), hombre viejo (pagano).  Que en los años 30's se recupera y se inserta en la creencia popular ya que fue por mucho tiempo, segregada y no aceptada. Por las características grecorromanas y nórdicas. 

San Nicolás a.k.a. Santa Claus (basado en el San Nicolás holandés) es festejado el día 6 de diciembre y se denomina Nikolaustag (día de San Nicolás) ese mismo día pero en la noche es la terrible Krampusnacht (la noche de Krampus) donde el demonio de forma mitad hombre, mitad cabra, deambula por las calles con varas de abedul para azotar a los niños que no han sido, precisamente buenos. En algunas variaciones de la leyenda los mete en canastas, los encadena o incluso los aplasta o los devora, siendo claramente la contraparte del santo que años más tarde vestiría de rojo y presumirá una enorme barba blanca. 

Hijo de la hibridación y el tiempo, las festividades de San Nicolás y Krampus se ha sincronizado con las fiestas pagabas del solsticio de invierno recorriendo las festividades al 24-25 de diciembre. Él es tambien conocido por otros nombres: Black Peter, Knecht Ruprecht, Certa, Perchten, entre otros. En cualquiera de sus representaciones posee cuernos y lengua larga. Ganado popularidad en los últimos años. 

¿Es Krampus la versión maligna de un amable viejito o será que se acostumbra dejar galletas y leche para que la furia del santo no caiga sobre los expectantes niños? Incluso es probable que ambas tradiciones se complemente. 

Será cuestión de esperar a ver qué nos trae Santa, o quien es el que baja por la chimenea. 

Hasta próximos viajes.