La primera vez que ví ... 📼

Buenos recorridos cosmicos.

Corría el año de 1984 y 85. En casa, mi padre había llevado una videocasetera y fui el más interesado en saber cómo funcionaba, a mis seis años me volví en técnico. Mi padre llevaba muchas películas que entonces no sabía eran de reciente estreno. No solíamos ir al cine. Aún no leía bien y me costaba trabajo leer los rápidos y amarillos títulos que escurrían en la pantalla mientras la acción se desarrollaba. Lo cual me llevaba a preguntar frecuentemente la causa de ciertas acciones, mi padre se mostraba algo molesto y siempre decía... Lee, o Lee más rápido. Ahora entiendo que la intensión era presionar a mi joven mente para apurar el proceso de lectura. 

Recuerdo dos escenas en particular. 

Una isla tropical donde y a mujer salía del baño y una mano descarnada la sujetaba por el cabello la atraía hasta una puerta rota donde la mujer gemía y lloraba antes de perder el ojo, atravesado por una madera puntiaguda. La isla de los zombies. Sin embargo, años pasaron para volverla a ver. Zombie 2 de Lucio Fucci. Es la película que  repetía una y otra vez mientras la tarde caí. Yo trepado en el sillón para alcanzar el dispositivo. Presumiendo esa escena a las jóvenes mentes de mis amiguitos...  

La segunda escena, un hombre con sombrero llega a una campamento antártico destruido, humeante y con trazas de fuego. Descubren una criatura en mitad de una pira. Casi humano. Con dos rostros y extremidades retorcidas, y una sonrisa-mueca que no olvide jamás.  Tampoco entendí los diálogos. Aún no podía leer, pero ambas películas fueron autoexplicativas, autoreferenciales. The Thing, de Carpenter. Pasaron muchos años antes de volverla a ver. En canal cinco. Y desde entonces no la he visto en televisión. Sin embargo está en uno de los lugares de honor en mi colección de películas.  

La sensación de ver, sentir la película fue fascinante y entendí, mucho tiempo después, que me gustaba esa sensacion, aunque mi imaginación cerraba las incógnitas, completaba los espacios en blanco y contaba una historia, no perdía demasiado de la verdadera historia. Así que en realidad no importaba que fuera noruego o no. Los zombies no conocen lenguaje. 

 Así fue la primera vez que ví dos películas que marcaron mi gusto por el terror, el cine y el formato casero. 

Hasta próximos ciclos solares. 

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