Sombrío, siniestro, así es el señor Ligotti.
Saludos y excelentes recorridos cósmicos hagan.
Dueño de una percepción que va de lo irreal a lo material como niño en dulceria, de un lado a otro. Con fundamentos filosóficos que lejos de clarificar oscurecen los sentidos y los textos, las intenciones y los eventos, Thomas Ligotti, parece ser quien toma la batuta del horror cósmico y lo lleva aún siguiente nivel.
La humanidad tiene a los antiguos, y a sus espaldas viejas tradiciones, oscuros secretos y monstruosas deidades son adoradas, sin embargo, no han nada más allá. Ahí donde se detiene la inspiración de Lovecraft empieza Ligotti. Con la aparición de sus dios funerario CYNOTHOGLYS, que entierra incluso a otros dioses. Y después de él nada. La nada oscurece cualquier creación, cuyo único fin es el fracaso. Una vez abatidos las creencias vanas y cimentado la fe en viejas creencias y en el antiguo orden hay algo más allá algo de importancia capital, el pensamiento ¿Es acaso Ligotti un anti-materialista?
El terror inicia en terrenos de la fe, se desplaza por el materialismo hasta el conocimiento y el Señor Ligotti se encarga de llevarlo al campo filosófico. Pare demostrar que la nada está detrás de todo y que es insignificante la humanidad pero también el resto del universo. Somos una mancha en el gigantesco tapiz de la nada. Y existimos solo por mero accidente pero estamos destinados a la ruina. Fuimos creador por un pensamiento, pero no solo nosotros, también nuestras deidades, ya lo dice M.W.Wellman "muchas mentes y muchos deseos dan sustancia al culto de cthulhu"* nosotros creamos a las deidades y les damos formas pero ellas son, a su vez solo un constructo social y estás mismas.
¿Se puede crear algo apartir de los deseos o de la búsqueda? Creo que la respuesta es "si" Así lo descubre Belpo en el péndulo de Foucault sorprendente novela de Umberto Eco. Dónde a partir de una creencia se fundamenta una gran secta. De tal manera que los dioses y deidades no son más que una nivel más en la escalera de la organización cósmica. Después de ellos la nada se cierne sobre el cosmos. Y están condenadas a su vez, como parte de su propia existencia a ser consumidas por la nada y el olvido.
El terror, digamos común se basa en la muerte y el daño, el dolor, la perdida, Lovecraft lo lleva más lejos, a la perdida de razón que resulta peor que la muerte. Ligotti camina aun más lejos, el miedo de lo que hay después, de la nada absoluta, de la displicencia, del esfuerzo sin ningún fruto, incluso de la negación al esfuerzo. En algunos puntos me parece consistente con Houllenbeq.
En lo que es, a lo gusto y capacidades, una lectura profunda, complicada y colmada de insustanciable terror, Thomas Ligotti ofrece un escalón más alto (o más bajo, dependiendo la profundidad) de lo que parece una escalera interminable en el terror pero que si damos un paso más caeremos en la nada y fracasaremos como es nuestro destino.
Gracias Señor Ligotti, sea usted bienvenido.
Para poblar mentes y sueños. La nueva pesadilla es no soñar con nada, que detrás de la puerta, la nada nos aguarda. Después de todo "todo el mundo sabe gritar" pero en la nada. No sé puede escuchar.
Hasta próximos recorridos solares.
*El pergamino terrible
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