2024/12/13

Tomo faltante.

 



... Y por fin la completo. 

Después de dieciseis años buscándolo, rastreando la edición y visitando cuánta feria, convención y mercado de pulgas que se cruzaba en su camino, lo halló. El último tomo. Un empastado ordinario de colores brillantes, quizá algo corriente, pero la colección estaba completa. Cuando la noticia llegó a su móvil salió sin prisa tomo el autobús. Y al llegar a un edificio de apartamentos toco el 103. Espero pacientemente a qué la voz metálica le diera la bienvenida y el timbre sonó. La mujer que le esperaba cordial pero automatizada, lleno las formas y le entrego un sobre de papel. 

Salió, abordo un taxi y sus ansias crecieron. Nunca supo controlarlas del todo. Saco el contenido del sobre. Ahí lo tenía en las manos. El número faltante de su colección. Sus manos temblaron. Por fin, el número 11. Muchas veces había fracasado, falsas oportunidades. Ahora estaba completo. Ya en casa se dirigió sin remilgos a su biblioteca, prendió la luz y sin perder una sola milésima saco el libro de su caja y al colocarlo sintió un toque eléctrico en todo su cuerpo. La colección estaba completa.  El uno, el dos ... El tres, acaricio el lomo de los libros como si fueran pequeñas mascotas, cuatro... Y así llegó hasta el recién adquirido tomo décimo primero.... Sus dedos pasaron muy despacio al número doce y luego al catorce. Su mente explotó.  Había un hueco como si de un diente se tratara faltaba el tomo trece ... Su mente regreso al primer número y volvió a contarlo. En efecto. Faltaba el tomo trece. Está seguro que el once era el único que faltaba, soltó una risa de desesperación. Dónde estaba el tono faltante... No estaba completa la colección. Y entonces estaba seguro que nunca lo estaría. 



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